- Identificar al perro que mordió.
- Lava enérgicamente la herida con agua y jabón de tocador.
- Los médicos recomiendan colocar el miembro afectado debajo del chorro de agua y con una esponja tallar la herida a pesar de que sangre un poco más. Aunque este procedimiento favorecerá el dolor y el malestar de la persona, el efecto del lavado mecánico ante la mordida de un perro es importantísimo, ya que permite remover toda la saliva del animal que pudiera estar en contacto con la herida.
- Acudir al médico inmediatamente.
- Solicitar al propietario la cartilla de vacunación del perro, esto para verificar que tenga sus vacunas y no exista el riesgo de contagio de alguna enfermedad riesgosa.
- NO mates al perro, obsérvalo, vigila que tome agua, que coma y si escapa repórtalo a las autoridades inmediatamente.
- Los perros con rabia suelen "echar espuma por la boca", lo cual ocurre porque sus nervios ya no funcionan correctamente y no pueden tragar su propia saliva. En caso de que se trate de un animal de calle, deberás informar al centro de control canino de la localidad para que acudan al lugar del ataque para atenderlo e identificar si tiene la enfermedad.
- Deberás describir detalladamente el accidente, incluyendo el motivo que lo originó.
- Si el perro tiene propietario, lo más correcto es negociar con el los gastos médicos y plantearle sugerencias positivas para que tome las precauciones necesarias y su perro no vuelva a morder.
- Si provocaste al perro de algún modo para que atacara, deberás aceptar tu responsabilidad ante las autoridades ya que en la mayoría de los casos el perro solo ataca cuando se ve amenazado.
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